domingo, 29 de noviembre de 2009

Siempre es Siempre

"Nada es para siempre, decían tus ojos tristes..."

¡¡Y un pimiento morrón!!

Para empezar, Dios es fiel. Y eso es absoluto y eterno. Y como criaturas a imagen y semejanza suya que somos, estamos también llamados a esa eternidad en nuestra vida, que trascienda toda la existencia de la humanidad. Pero claro, anda el pecado haciendo de las suyas y nos la lía...

¿Y todo esto a cuento de qué? Pues que el otro día escuché una frase que me interpeló mucho. Yo, que durante tanto tiempo he sido tendente al "ahora sí, ahora no", me vi de repente delante de una persona (santa) que me decía "Siempre es siempre, no a veces". Y claro, mi cabezón de 62 cm se puso a pensar. Y os puedo asegurar que 62 cm de cabeza dan para mucho...

A veces, con respecto a nuestra relación con el Señor y vida de oración, pecamos, y yo el primero, de decirnos unos a otros que no pasa nada, que somos humanos, que un fallo lo tiene cualquiera..., lo cual en sí mismo es completamente cierto y no seré yo quien diga lo contrario. Pero también es cierto que he visto cómo ese pensamiento crea un velo de tibieza alrededor de las personas que no mola un pescao. Porque para que esas frases sean ciertas falta una coletilla: "..., y no quiero que vuelva a pasar, y haré lo posible por que no pase. ¡Señor, ayúdame!". Y cuando escuché esas palabras me vino una imagen muy clara...

¿A que nadie "tiene un fallo" saliendo en manga corta en invierno? ¿O deja su mano sobre un radiador ardiendo 10 minutos por error? ¿A que no cruzamos en una autopista cuando pasan coches a toda leche?

Entonces, cuando en ese momento que la conciencia, la voz de Dios en los hombres que nos permite discernir entre el bien y el mal, nos dice que no es buena idea lo que estamos haciendo, ¿por qué lo hacemos? Porque a fin de cuentas si sales en manga corta en invierno te ganas una pulmonía (lo cual no está mal), pero si vives lejos del Señor te arriesgas a una eternidad sin Él. Y a mí más me vale entrar con pulmonía en el reino de Dios que ser arrojado perfectamente sano al fuego que no se consume...

Sé que estoy siendo un poco demagogo. Pero oye, ¡¡es que si no no capto vuestra atención!! Vayamos por partes:

  • El por qué lo hacemos está claro: el pecado mola un puñao. Si la manzana no estuviera buena y la promesa de ser como dioses no fuera atractiva, la pobre Eva no habría desobedecido al Señor. Y más allá de que mole se esconde una realidad teológica mucho más profunda: el pecado tiene poder sobre nosotros. No somos capaces de vencerlo por nosotros, y aquel que piense que puede está empezando a ser vencido.
  • Pero claro, menuda chufa entonces!! Aaaaaaaaaamiguito, que en esta parte de la peli es cuando entra Jesucristo para vencer al pecado por tí y por mí!! Con Él todo lo podemos. No debemos empeñarnos en vencer el pecado, sino en que sea Cristo quien viva en nosotros como dice san Pablo. O como el propio Jesús en Mateo 6: "buscad el reino de los cielos, y el resto se os dará por añadidura". Que nos empeñemos en ser santos, vaya. Y sólo así podremos, poco a poco, ir dándole a nuestra vida el absoluto que nos hará ser felices, cada vez más parecido al Absoluto, al que es la Felicidad, a Aquel que es Todo en todos...
  • ¿Entonces si caigo es que soy un mendrugo? ¡No! Pero por favor, seriedad. Que nos estamos jugando la vida eterna, no los cromos del recreo. Y es que creo que un factor reside ahí, en el no ser conscientes de que cada día nos la estamos jugando. No sabemos el día ni la hora en que Cristo volverá...
  • ..., y otro factor está en el poder del pecado sobre nosotros. Y ahí vuelve a salir el Espíritu Santo a escena para revitalizar con sus dones nuestras virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Estoy firmemente convencido de esta frase de un santo como la copa de un pino: "Cristo y yo: mayoría aplastante". Ambos. Porque Dios ha querido hacernos partícipes de la salvación de nuestra propia existencia, por pura iniciativa suya...
En resumen: que pongamos de nuestra parte, pero pongamos de verdad. Y tranquilos, porque allá donde no lleguemos, el Señor llegará con un pequeño empujoncito. Llegar a la meta los dos juntos de la mano creo que merece la pena... ;)


Que Dios os siga bendiciendo

Álex Dei

viernes, 27 de noviembre de 2009

Por no perder las malas costumbres...

Puf, esto de ser un personaje público requiere más tiempo del que me gustaría...

Pues nada, simplemente por decirle a mis miles de fans que no me olvidé de vosotros, sino que sigo al pie del cañón.

Lo que me llevo del día de hoy es sin duda que no somos nosotros, sino que Cristo hace en nosotros. Siervos inútiles somos...

Y de propina, como en la primera carta de Pedro: estad alerta porque el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar. Resistidle firmes en la fe.

He ido a mirar a ver si lo había puesto literal de memoria, pero no ha habido suerte (o falta de frikismo). Quien lo quiera leer, está en el capítulo 5.

La verdad es que esto de ser cristiano es maravilloso. Y tener Comunidad, una suerte loca. No puedo más que estallar de agradecimiento al Señor por todo el bien que me hace...

Hala, espero que mañana tenga algo más gracioso (que tenga gracia y Gracia, de ambas) que contar. Hasta entonces...

Que Dios os siga bendiciendo

Álex Dei

domingo, 22 de noviembre de 2009

King of kings!!

Ya he fallado un día. Una vergüenza... :P Y aunque no estoy muy seguro de si me lee alguien, no por ello puedo dejarlo: no sabemos qué día tendremos la palabra precisa para la persona adecuada, así que no seré yo el que le impida al Señor hablar a través de mí. Aunque esto resulte en que deje perdidos para la infinitud de Internet miles de pensamientos olvidados.

El caso es que hoy en misa he escuchado una homilía que me ha emocionado. Desde pequeño he tenido la concepción del reinado de Cristo exactamente como el sacerdote ha explicado... (y que, casualidades de la vida, también es prácticamente lo que dice la Iglesia...)

Un rey que se abaja para sus súbditos. Un rey que se hace carne, que va de casa en casa haciendo bien a las personas. Un rey cuyo trono es una cruz llena de nudos, astillas..., y cuya corona no es de oro macizo sino de espinas. Ese rey que nos muestra que para ser como Él (porque a eso aspira todo corazón humano) debemos ponernos de rodillas ante el hermano y lavarle los pies, e incluso morir por amor. Y viendo el ejemplo de Jesús, creo que la cosa merece la pena: ser ensalzados, levantados y viviendo en la carne gloriosa de Cristo eternamente.

Y de María! Fijaos cómo ella mejor que nadie entiende la vocación a la que estaba llamada, y a esa que quiere ser la última y acepta humildemente la palabra de Dios, esa es la Reina de la Creación...

Pues nada amiguitos. Como soy un tío listo, yo quiero algo grande para mi vida. Así que aquí teneis a este humilde siervo vuestro para lo que querais. Rezad por mí. Yo lo hago por vosotros...



Que Dios os bendiga y os guarde

Álex Dei

viernes, 20 de noviembre de 2009

Cuarto día

Hola de nuevo

Lo primero, me he dado cuenta de que no es realista esto de aportar una nueva entrada todos los días, pero bueno, hoy sí he podido, así que aprovecharé mientras pueda.

Hoy es el cuarto día de existencia de este blog. Y aprovecho tal ocasión para agradecer a todas aquellas personas que leen este blog y que me están acompañando en este Cuarto Día. No tienes por qué ser de Cursillos: me vale con que reces por mí. De hecho con que simplemente me quieras o me dés testimonio me es suficiente.

Y como regalito para tí, que has aguantado mi amistad sin fallecer en el intento, aquí te va una cosita:



Que Dios te siga bendiciendo

Álex Dei

jueves, 19 de noviembre de 2009

Centrifugando (las vueltas que da la vida)


Llevo un rato pensando...
(sí, sé hacer de eso)

Hoy hace cinco años, estaba preparando una convivencia que iba a cambiar mi vida.

Hoy hace cuatro años estaba en Becerril de la Sierra, en medio de una Cristoteca, reencontrándome con Dios y preparándome para vivir mi Bautismo en el Espíritu (y otras cosas...)

Hoy hace tres años estaba pasando un poco de frío.

Hoy hace dos años estaba cenando en un restaurante de semilujo, celebrando la obra del Señor en mi vida y la de otra persona.

Hoy hace un año estaba hablando cosas personalísimas con Belén, una hermana de Comunidad con la que ya no hablo mucho (pero por la que sigo teniendo un grandísimo cariño)


Hoy es una fecha que fue señalada una vez en mi vida. Y sin embargo no me he dado cuenta hasta esta tarde, con lo que muy señalada ya no es. Y me he parado a pensar cómo el Señor nos va llevando (siempre he creído que más bien nosotros elegimos y Dios sólo interviene cuando lo que vamos a hacer es determinante para su PGTIPMV, Plan General Total Ideal Para Mi Vida, y que incluso nos deja salirnos de su camino si nos empeñamos), cómo permite que pase esto o aquello, nos deja ir de un lado a otro de tal forma que nuestra libertad no se vea reducida. Pero Él siempre presente...

Y claro, mi pensamiento también se va a las personas con las que compartí esos momentos que antes he dicho. Veo sus vidas en aquel momento y ahora mismo, cómo nos hemos relacionado, amado, perdido el contacto o incluso intensificado. Y me sobrecojo. ¡¡Qué frágiles somos en tus manos, Dios mío!!

Señor, que no me aleje nunca de Tí. Que haga lo que haga, esté donde esté, seas Tú el centro de mi vida. Y que tras este centrifugado de vueltas en la vida, pueda decir con orgullo "el Señor siempre estuvo conmigo, y traté de amar como Él lo hizo y lo sigue haciendo".

Que Dios os siga bendiciendo.

Álex Dei

miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿Preocuparse? ¡¡OCUPARSE!!


La Comunidad... Es un buen invento eso!


Llevo un par de días con una preocupación. Me dijo una persona muy importante para mí que estaba pensando hacer una cosa que a mí me parecía una locura y una salvajada. Y claro, como quiero a esa persona, le dije lo que pensaba. Y eso supuso una discusión, y yo me enfadé porque no entendía cómo a esa persona le podía caber en la cabeza algo así...

Hasta que Dios habló. Primero a mi corazón, haciéndome ver que mi cabeza no tiene por qué ser la de esa persona (pobrecill@, no creo que mi melondro quedase bien con su cuerpo, aparte de que tiene que pesar lo suyo!!). Y sobre todo, a través de un hermano de Comunidad a mi cabecita, con la frase: "menos preocuparse y más ocuparse".

Claro. Que me preocupa esa situación? Pues intenta comprender la circunstancia de esa persona y sobre todo, pensar la manera de ayudarla. Y no quedarme por las esquinas lamentándome y rayándome la cabeza. ¡¡Pero mojándose!!

Me venía una imagen de Dios mirando al hombre que languidecía de hambre por el Pan del Cielo... ¿Se preocuparía el Señor? NO, sino que puso remedio, mandando a su Hijo Unigénito. ¿Y el Hijo qué hizo? ¿Un par de palmaditas en la espalda? TAMPOCO, sino que entregó hasta la última gota de su sangre por tí y por mí.

Así que a remangarse. Y arrodillarse, que es la mejor manera de ocuparse..., y despreocuparse.

Que Dios os bendiga

Álex Dei

martes, 17 de noviembre de 2009

¿Y por qué tras la última esquina?



Hola a todos!!


Pues es que siempre me ha gustado el rollito este bohemio de dejar para el mundo todas esas genialidades de ayer y hoy que se le pasan a uno por el melón. Así que después de leer de vez en cuando esas genialidades en mis amiguitos, he decidido que yo también quiero ser genial ;)

He de reconocer que no me creo ni especialmente ingenioso, ni especialmente dotado de artes literarias, ni siquiera estoy muy seguro de tener un buen producto que ofrecer. Pero no puedo dejar de lado la palabra de Dios, en la parábola de talentos, cuando nos pide que demos lo que tengamos por Él. No lo que nos sobre, no: lo que tengamos. Y Él se encargará de devolvernos hasta que nos salga por las orejas. Así que a partir de ahora, allá van mis reflexiones y un cachito de mí, por si a alguien le vale para algo. Como mínimo que valga de alabanza al Señor.

Y para empezar, pues quisiera explicar el por qué del nombre. Vereis...

En mi vida siempre he hecho un poco lo que me ha dado la gana. Incluso después de encontrarme con el Señor. Y claro, aquello estaba abocado al fracaso, cuando ni siquiera era consciente de lo que hacía. Y el darme cuenta de esto fue tan doloroso como purificador (lo cual suele ir de la mano en un peligroso número de ocasiones). Más bien el dolor lo había pasado antes, y me di cuenta de mi error de repente. Pero un dolor causado por mi infidelidad a Dios, no por mi "desgraciadíiiiiiiiiiiiisima" crisis personal (de la cual ahora, la verdad, me río bastante, aunque en su momento no me hiciera ni pizca de gracia).

¡Que me enrollo! El momento en el que me di cuenta de mi error fue mediante una imagen que jamás olvidaré: sentí cómo toda mi vida había ido andando por un laberinto (que no de emergencia ;) ), en el cual Dios iba detrás de mí, persiguiéndome. Y yo sabía que estaba ahí. Y de vez en cuando hasta me giraba para decirle algo, pero seguía mi caminar. Un caminar frenético hacia el corazón del laberinto. Sin encontrar la salida, aunque como Dios estaba detrás, no pasaba nada...

Y hete aquí, que doblo una esquina, y no puedo continuar. Una pared se alza ante mí. Estoy atrapado! Si os lo imaginais, es un momento de angustia, pero también es un momento de total intimidad, puesto que si estoy atrapado es porque no hay más caminos para llegar ahí, o sea que sólo podemos estar Dios y yo solos. Y es ese el momento en el que me doy la vuelta, arrojo mi coraza a los pies del Señor, me arrodillo delante de Él y le digo "se acabó".

Sólo me salió eso. "Se acabó".

Pero no que se acabó porque es el final, sino que se acabó el correr delante de Dios, de no dejar que me alcance, de tenerle en cuenta sólo a veces, de ser sólo un amiguito más, por muy importante que fuera para mí. Le di la mano, y Él me la cogió. Y con su otra mano derribó el muro, y pudimos salir los dos. Juntos. A mi lado, o mejor dicho, con Él delante, llevándome de la mano...

Ni qué decir tiene que desde ese momento mi vida ha cambiado, pero que he vuelto a decir a Dios que me deje un rato campar a mis anchas, con la subsiguiente castaña para mi cuerpo. Pero ahora sé que yo no quiero otra cosa que no sea ser santo. Y lo quiero ser!!!

"Tras la última esquina..." sólo pretende ser un rincón en el que estés a solas con Dios, que mi vida o mi rayada del día sean ocasión para tí para que dobles la esquina que te lleve a tu zulo, a tu intimidad con el Señor, para que dejes que Dios te acaricie y vuelvas a respirar, a tener vida, y vida en abundancia.


Queda abierto al mundo el post número 1 del blog "Tras la última esquina..." de la Diócesis de mi ordenador. De colores.

Que el Señor te siga bendiciendo.

Álex Dei